La Comisión Taurina de Orthez, año tras año, la rotación ganadera es habitual para que el aficionado pueda ver todo tipo de encastes en su Feria.
Este año para la corrida de toros se había reseñado un serio encierro de la ganadería de Louro Fernández de Castro, que se anuncia como procedencia Atanasio Fernández desde que a mediados de los años 60 se hiciera una importante compra de animales al «Brujo de Campocerrado».
La verdad es que en cuanto a tipo, salvo algún ejemplar, poco tiene que ver a lo último que se vio lidiar del legendario ganadero charro.
Había expectación por ver el juego de esta ganadería portuguesa, que hacía tiempo que no se veía en lidia a pie ( por lo menos, un servidor,.. )
La presidencia del festejo corrió a cargo de André, miembro del Club Taurino de Vic. Si una cuarta parte de los que están dentro del mundo del toro tuviesen la afición y la honradez de André, otro gallo cantaría.
La corrida tuvo la presencia habitual de esta plaza, años luz de la de Veiga Teixeira de hace dos años y le faltaron todas las virtudes que puede tener un toro bravo. Fuen mansa en varas, no humilló, tuvo peligro en algunos pasajes, nos e entregó nunca,….
La terna anduvo solvente con sus lotes.
Joselillo tuvo algún pasaje lucido en su primer ejemplar, que se desvaneció a medida que avanzaba la faena.
Se tiró a matar como si la Puerta del Príncipe estuviera en juego, saliendo ileso de milagro. En su segundo dio un mitin con los aceros.
Pérez Mota, que venía con gran ambiente tras su grana actuación en Vic Fezensac, pechó con dos toros inciertos y con algo de guasa.
Recibió con brío a su primero de capote, llegando a la muleta con brusquedad y malas ideas
Su segundo fue otro brutote que, a base de tesón, se tragó algún muletazo.
Se vestía de luces por primera vez en la temporada Imanol Sánchez.
El torero maño, todo pundonor, poco pudo hacer con dos toros con la cara por las nubes, de embestida cansina y sin transmisión.
A base de dejar la muleta en la cara pudo ligar varios derechazos seguidos que llegaron a los tendidos de forma tímida.
Se tiró a matar así a su segundo toro tras la mala colocación de la espada en su primero. Dio una vuelta al ruedo al finalizar su actuación.
Un año más, la Feria de Orthez se afianza como uno de los lugares donde apetece pasar un día de toros.
Arse & Azpi
