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Salvador Magallanes : Leyenda viva del Campo Bravo

 

Tras año y medio de andadura de esta web/blog en su nuevo formato, cuando alcanzamos las 500.000 visitas, nos toca subir el post más importante, el más largo y más complicado. Lejos de exposiciones en Las Ventas, premios, buenos ratos de campo,……

Hoy toca palpar la cruda realidad. La de un Mayoral de bandera, la de un hombre de los pies a la cabeza despedido a sus 57 tacos como un perro de la que ha sido la casa de su familia durante tres generaciones. Casa hasta la que sus ancestros trajeron los «Mora-Figueroa» a pie desde la imponente finca gaditana de «Las Lomas» hasta los cerrados extremeños de «Los Bolsicos».

 

 

Con un «sutil y elegante : pásate por la oficina a por un papel», la Casa Madre de la cabaña brava mundial interrumpe una de las sagas de mayorales más importantes que ha dado el campo bravo : Los MAGALLANES.

 

El Condado de la Corte se queda huérfano, con un futuro mas que incierto…. El tuyo, Salvador, tampoco va a ser claro por la situación económica y emocional en la que te dejan, pero tu gente está y estará a tu lado siempre. Le pese a quien le pese….

 

Ojalá el tiempo (breve) ponga a cada uno en su sitio.

 

Les vamos a adjuntar unos textos redactados por Cristina Carrasco, miembro de la Asociación Cultural Taurina Conde de la Corte y escritora del libro «Conde de la Corte : Ganadería madre de la Sangre Brava». Merece la pena leerlos con detenimiento.

 

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Salvador Magallanes, nace en Febrero del año 1.956 en el seno de una familia de vaqueros y mayorales dedicados a la cría del toro bravo y que realizaron su trabajo durante tres generaciones en “Los Bolsicos”, finca donde pasta la ganadería del Conde de la Corte.

Salvador es el menor de los tres hijos de Andrés y Soledad, que junto a Carmen y José forman la familia del segundo mayoral de la saga, Andrés Magallanes. Salvador se cría en el campo donde casi a la vez que aprende a andar, aprende a montar a caballo y poco a poco va aprendiendo todos los secretos del campo bravo.

Su infancia transcurre entre varas de acebuche, botas de cuero, espuelas heredadas y libretas con tapas de hule negro donde le enseñan sus primeras letras. Sus nanas son el reburdeo de los toros apartados para una plaza importante, aquellos que su padre quiere tener al lado para cuidarlos mejor, aquellos que le darán a la ganadería la gloria o el fracaso.

Pasará el tiempo y al igual que otros muchos niños del campo extremeño, acudirá a aquella antigua Escuela Hogar de la Calle Templarios de Jerez, donde pasa hambre, frío y añoranza y donde descubre por primera vez lo que significa ser hijo de un hombre de campo.

Con quince años ya tiene su primer contrato laboral dentro de la ganadería y a la vez que hace cursos, que ya entonces se imponían para la modernización del campo, aprende de sus mayores las virtudes y los secretos para ser un buen mayoral.

Aquel adolescente larguirucho y flaco, que cuentan que probaba el pienso de los toros y que se comía los huevos recién puestos y calientes de las gallinas, va creando su vida entre relinchos de caballos, espárragos trigueros, peces de río, herraderos, tientas y apartados. A la misma vez que él crece su amor por el toro y el campo, su amor por la vida al aire libre, por los espacios abiertos, por la dureza del frío y el calor, por aquel perro que trabaja a su lado y le defiende de las embestidas alocadas de una vaca recién parida, o de aquella vaca vieja que parió en diciembre su última cría y sueña con que aquel becerrito se convierta en toro bravo y él pueda llevarlo a una plaza importante, y que embista al caballo con bravura y que un torero de relumbrón le corte las orejas.

Como todos los muchachos de su edad, Salvador fue llamado a filas. No hubo suerte en el sorteo y África fue su destino. Durante más de un año Melilla será su hogar y su destino Caballería, no podía ser de otra manera. Cuando habla de la mili, se le ilumina la mirada, y habla de sus compañeros, de las bromas, de la leche condensada a la que era adicto, le gustó el ejército a aquel niño extremeño, pero sabía que en las riveras del Ardila había esperándole un caballo y que su sangre le dictaba que tenía que criar toros bravos.

 

A su vuelta, allí en las riberas del Ardila encuentra su amor en los ojos de una niña de la Bazana que se llama Marciali. Dicen que ella se enamoró  al verlo montado en una yegua castaña. ¿Una romería, una fiesta fue el principio….? El caso es que aquello fue el inicio de una historia de amor sencilla y hermosa que aún perdura.

Salvador vive muy joven la muerte de su madre y muy joven se casará aún con luto y vivirán en “Los Bolsicos” entre estrecheces y camas compartidas, entre cortinas que simulaban tabiques y carteles de toros de Pamplona. Llegan los hijos Agustín y Soledad y llegan las responsabilidades y las preocupaciones.

Pronto empezará Salvador a desarrollar las labores de mayoral y comenzaran sus salidas a plazas importantes: Madrid, con aquellas noches inolvidables en El Batán, Valencia, Francia, Sevilla, y sobre todo su querida y admirada Pamplona donde los mayorales adquieren protagonismo y se les quiere y se les mima.

Ausencias largas de marido y de padre, pero alegría al volver con algún premio conseguido y satisfacción por el trabajo realizado.

Trabajo duro desde el inicio de la temporada, viajes eternos en los camiones de los toros, conversaciones interminables con el camionero de turno, noches en vela en los corrales por alguna pelea entre los toros, preocupaciones por los duros reconocimientos de las plazas de primera, cuartos solitarios de pensiones o cuartuchos al lado de los chiqueros para estar alerta ante cualquier bramido fuera de lo normal, cualquier cornada o cualquier cojera inoportuna.

Una vida entera dedicada al toro, al campo y a su familia. Y una vida por delante para ver crecer a su máxima ilusión actual, sus nietos: Rubén y Rocío, sus niños, a los que cuida y quiere con una ternura especial que llama la atención en este hombre curtido en mil batallas camperas.

 

Su vida no se puede resumir en unas frases, su vida está en sus ojos, en su mirada ahora triste pero siempre ilusionante. Larga vida para Salvador, siempre junto a Marciali, siempre junto a sus hijos y nietos, siempre junto a sus amigos, siempre junto a sus recuerdos, siempre Mayoral del Conde, eso nunca se lo podrá arrebatar nadie.

 

CRISTINA CARRASCO SANABRIA

 

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El pasado 19 de Octubre, la Asociación Cultural Taurina «Conde de la Corte» de Jerez de los Caballeros celebró en la Plaza de toros de esta ciudad su III Jornada de Convivencia. Tal día se aprovechó para realizar un sentido homenaje a Salvador Magallanes.

 

 

La Asociación junto con la familia de Salvador, con su mujer Marciali a la cabeza, prepararon la sorpresa tan merecida.

 

 

Hasta Jerez se desplazaron amigos de toda la España, entre los que se encontraban Antonio Ortiz «El Largo», mayoral de Benítez Cubero, Juan Luengo, ex-mayoral de Cayetano Muñoz ( ha sufrido algo similar a lo de Salvador… ) y Currillo, mayoral de J.L.Iniesta – Espartales. En total unos 200 incondicionales de Salvador que le tenían preparado un día inolvidable.

 

 

Se echó mucho de menos a mayorales coetáneos de Salvador, con los que compartió irrepetibles ratos en las ferias más importantes del circuito taurino.

A media mañana, se lidiaron dos reses de la ganadería de Los Espartales-José Luis Iniesta. Al festejo «formal» acudieron muchos profesionales del Toro, como El Niño de Leganés, al que le deseamos una pronta reaparición.

 

 

Abrió plaza Manuel Martínez «Lolín», banderillero local en las filas del rejoneador Andrés Romero.

 

 

 

La grata sorpresa de la mañana fue poder ver en directo al novillero sin caballos Ginés Marín. Gaditano de nacimiento, pero inscrito en la Escuela Taurina de Badajoz. De excelente corte, cuajó bajo el diluvio con capote y muleta al colorado de José Luis Iniesta.

 

 

 

 

 

Posteriormente pudimos degustar el excelente jamón y queso de la tierra como preludio a una monumental paella.

 

 

Hubo tiempo para jugar al toro………………

 

 

 

……… para el cante y el baile……..

 

 

 

……… para los regalos……..

 

 

…………..para ver fotografías antiguas de Salvador…………

 

 

 

 

Pero sobre todo para emocionarnos con textos como los redactados por Cristina Carrasco.

 

 

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En esta tarde otoñal, de lluvia bien recibida en el campo, nos hemos reunido un grupo de amigos para decirle a Salvador que le queremos. Algo tan simple como eso y algo tan hermoso como eso.

Estamos los de aquí y los de allí. Tu familia, tus compañeros y tus amigos. Algunos han venido desde muy lejos para estar contigo, otros han venido con un sentimiento profundo de amistad para decirte que estamos aquí.

Te ha cambiado la vida, pero la vida es como una ruleta rusa donde nadie sabe dónde está la bala y un día te la encuentras agazapada entre leyes injustas y patronos insensibles y la bala te golpea duro, pero la vida sigue, de otra manera, pero sigue y ahora la encontrarás en la sonrisa de tus nietos, en el futuro de tus hijos, en aquel beso olvidado a Marciali, en el tiempo que te sobre, en un amigo que vuelve o en una mano que se extiende.

Todos sabemos de tu vida en esa rivera del Ardila que te vio nacer. Todos sabemos de tus espuelas oxidadas por lágrimas que van buscando tus botos. Tu montura echará de menos la presión de tus piernas y tus largos estribos se sientes solos con el vacío de no llenarlos nadie. Tu garrocha se está doblando por el frío de no sentir tus grandes manos y tu caballo, relincha con rebeldía al levantar la cuadra y ver que no vienes a buscarlo.

Los hijos y los nietos de “Noche Triste” se han echado al monte y en las noches de luna llena embisten a las sombras como bandoleros huidos que pelean en contra de la injusticia.

Los “Ojos Raros” y los “Picos Altos” vagan entre las retamas buscando pelea y braman angustiados ante un futuro tan negro como los ojos de sus madres, que ya no quieren parir porque ven a sus hijos camino de mataderos inhóspitos donde no existe la gloria para los toros bravos.

Contigo, Salvador, se va una época, un tiempo pasado que ya no va a volver. Tú de allí, con tu desesperanza y tú desasosiego, te has traído el tiempo, el tiempo de los viejos mayorales, aquellos románticos que tan bien definió Salcedo en sus “Cuentos del viejo mayoral”

Aquellos hombres de jornada completa, aquellos como tu padre o tu abuelo, que olían a campo, a hierbabuena y a romero, que destilaban sabiduría, que hablaban a los toros en su lenguaje, aquellos que como chamanes de las tribus indias sabían de la lluvia, del sol o de las tormentas. Aquellos que susurraban a los caballos antes de que los americanos hicieran películas sobre ello, aquellos que en la tierra de tus ancestros les llamaban “Conocedores”.

Todo esto te lo trajiste entre tus ropas, tus gastados sombreros de ala ancha, tus trajes cortos, tus libretas, tus calendarios eróticos, tus zahones o tus botos.

Ese tiempo es solo tuyo, y solo a ti te pertenece. Eso no figuraba en tus contratos ni en tu carta de despido. Ese tiempo y esa época se van contigo y nunca volverá porque tú, entre tus cosas, te has traído la tradición, el abolengo, la clase, la afición, el conocimiento, la verdad y la mentira, y los secretos, esos que tú y yo sabemos que nunca contarás porque solo son tuyos y los secretos no se le cuentan a nadie.

Quiero para acabar contaros algo que yo presencié y que algún día tendré que escribir más despacio.

Se lidiaba una corrida no recuerdo ni la plaza ni quien la mató. Solo sé que era por la mañana y se estaba efectuando el reconocimiento y el sorteo. Era un corridón de toros. Había nerviosismo entre los subalternos y gente inexperta manejaba las puertas con voces y alaridos. Los toros empezaron a ponerse nerviosos. Uno de ellos, el más hermoso, empezó a arrancarse y arremetió contra paredes y puertas, creando un caos alarmante y empezando a destrozarse sus impresionantes pitones. Salvador estaba entretenido con las papeletas del sorteo depositadas en su sombrero. El toro cada vez más nervioso dando cornadas a las sombras, bufando, tenso, arremetiendo contra todo lo que se movía y sin querer entrar en su chiquero.

Salvador apareció y le habló al toro, algo le dijo que nadie entendió, en ese momento yo me acerqué al chiquero y vi como el toro lo miró. Nunca se me olvidará aquella mirada, como aquel animal reconoció su voz y como le tranquilizó escuchar la voz de su mayoral. La angustia se volvió calma, recuerdo que le dijo: “Vamos compañero”. El toro agachó su descomunal cabeza  y doblándola se metió en el chiquero, como aquel que comprende y acepta su destino.

No recuerdo nada más, si fue malo o bueno, si le cortaron las orejas  o no, solo fui testigo e aquel dialogo entre un animal y el hombre que lo había criado, aquellas miradas y aquella manera de llamar compañero a un toro nunca se me podrá olvidar.

Quédate con tus recuerdos, amigo mío, quédate con la vida, con la satisfacción del trabajo bien hecho, y quédate con tu título: “Mayoral del Conde” eso nunca nadie podrá arrebatártelo

 

 

 

CRISTINA CARRASCO SANABRIA

 

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Como no podía ser de otra forma, salió a hombros de su gente.

 

 

Pasada la resaquilla y un tiempo de reflexión, sólo nos queda soñar con poder volver a ver esta imagen……..

 

 

Quizás los caprichos de «el poderoso» sólo han quebrado un eslabón de la dinastía, pero no han roto la cadena.

 

 

El futuro dirá si Rubén quiere y puede reavivar la llama que los MAGALLANES prendieron hace casi un siglo en el Campo Bravo.

La de nuestros corazones nadie la podrá apagar.

 

Mucha suerte AMIGO !!!!

 

Arse & Azpi

 

 

 

 

 

There are 17 comments
  1. SOLEDAD CARRASCO SANABRIA

    ENHORABUENA. PRECIOSO TODO Y PRECIOSAS FOTOS.
    MIL BESOS
    SOLE

    • Porlasrutasdeltoro

      Gracias a vosotros, Sole.

      Besos

  2. Ricardo Maldonado Bernal

    Sin palabras y muy emocionado por el estupendo reportaje que habéis realizado, tanto por lo que en él se cuenta, como por lo que en él se muestra. Los textos y las fotos han hecho para los que conocemos a este GRAN MAYORAL que se nos ponga «carne de gallina».
    UN FUERTE ABRAZO PARA SALVADOR Y SU FAMILIA.

    • Jose Luis Gamarra

      Bonito reconocimiento a un GRAN MAYORAL.

  3. Conce LLInás (Veterinaria de Barcarrota)

    Desde aquí, me gustaría que alguno, familiares o amigos, le hicierais llegar un fuerte abrazo a Salvador de mi parte. He llegado a este portal y a esta noticia a través de una compañera que ha compartido el enlace en facebook. Al ver la foto de Salvador, me ha faltado tiempo para pinchar en el enlace y al llegar al segundo párrafo me he quedado con la boca abierta. Nuestro trato fue Mayoral-Veterinaria, pero qué buen trato, lo que me gustaba ir a «Los Bolsicos» y pasar el día con Salvador y su «cuadrilla». Cada vez que iba, me sentía como en casa, saneamientos y vacunaciones de Lengua Azul, esas si que me gustaban, que nos montabamos en el coche y Salvador afinaba la puntería con la cerbatana y yo la vista para ver el número de costillar. Entre toro y toro hablabamos de bandas de música, de los quesos de Kico el de Las Mayas,…. Son muchas las personas que he tratado durante los cuatro años de mi época de veterinaria de saneamiento, y aunque ya hace dos que la empresa me pegó «la patada en el culo» y me mandó a mi casa, Salvador es una de las personas que se me han quedado en el pensamiento. Por las palabras y las fotos, puedo comprobar que tiene el apoyo de mucha gente, y que es muy querido por todos. Bonito homenaje, no es para menos…¡¡Ánimo Salvador!!

  4. FRANCISCO BARROSO

    SOY PRIMO DE SU MUJER MARCIALI Y AUNQUE ESTE EN VALENCIA Y NO ES JEREZ QUE SEPAS QUE ES BONITO SALVADOR VER EL APRECIO DE LA GENTE QUE SABE DE TU TRABAJO BIEN HECHO Y VER ESTE PRECIOSO HOMENAJE QUE TE AN HECHO NO HABRA DINERO QUE TE LLENE TANTO CON EL CARIÑO Y APOLLO QUE VEO QUE AS RECIBIDO Y PARA ALANTE LA VIDA SIGUE

  5. Belén

    Qué fotos más entrañables. Comoen todas vuestras fotos no solo es una imagen, es puro sentimiento. Tal y como fue el homenaje porque a mi las palabras de Cristina me emocionaron mucho y las fotos que escogieron igual. Salvador que grande eres y como se te quiere!

  6. Vicente - Club Taurino Punteret - Xàtiva

    Nuestras mayores muestras de afecto , al amigo, al mayoral y sobre todo a la gran persona que eres Un fuerte abrazo.

  7. Andrés Escudero Magallanes

    Como sobrino de Salvador, deciros que, ha leído tanto el artículo como vuestros comentarios y que se muestra agradecido por el reportaje y por las muestras de apoyo y cariño que ha recibido. Gracias

  8. Una dinastia se va pero su trabajo esta hecho

    Que no pierdas nunca tu simpatia y tu agrado con todo el mundo. Gracias

  9. KARLOS

    La verdad es que despues de DESTRUIR la ganaderia de Hdros. del Conde de la Corte. ¿Para que quieren un buen mayoral?, para llevarse cada dia un disgusto. Salvador, lo que no puede ser, no pued ser y además es imposible Animo y «pa´lante».

  10. José Mª y Loli

    Salvador, recibe un fuerte abrazo de tu primo José Mª y de Loli, por ese homenaje tan emotivo y tan merecido; por la fotos, veo que ha sido muy emocionante y bonito, nos hubiera gustado estar ahí para haber podido darte un fuerte abrazo, a tí y a Marciali como a todos los tuyos.

    Desde Barcelona, recordándoos con cariño y esperando podernos ver pronto, recibe un fuerte abrazo.

  11. Mª ANGELES

    El reportaje precioso. Que efectivamente como dice algun comentario ¿para que un mayoral en una ganaderia que no lidia apenas nada?; pues efectivamente, y eso creo que lo ve todo el mundo. Ahora, perdone, la ganaderia la han destruido las figuras del toreo por no querer lidiarla desde hace muchos años. Le contaré por si no lo sabe, que si hay alguién que ha entregado su vida a esa ganadería es precisamente Luis Guillermo, si hay un enamorado del toro bavo en el campo ese es Luis Guillermo, si hay alguién que ha discutido con sus hermanos por luchar por esa ganaderia ese es Luis Guillermo; y todo esto no es nada nuevo que me esté inventando, esto lo saben muchas personas, que ahora por otras razones no lo quieran reconocer, ellos sabran; pero no es justo.
    Debo aclarar que en esta casa no se despide a nadie como un perro, y puedo decir que en el funeral de mi suegro estuvieron trece de los quince trabajadores, que por desgracia se han despedido,( no se habran despedidos como a perros) .
    Si se lidiaran las corridas de toros de cinco años atrás, la figura del mayoral hubiera seguido siendo imprescindible.
    Dios, «el todopoderoso», sabe los esfuerzos y sacrificios que se han hecho para tirar de todo esto; y al final es ÉL quién realmente te da la paz interior.

    • vicente

      una gran persona y mas grande como persona y un buen mayoral las personas casa no valoran lo que tienen en casa muchos animos salvador y la vida no termina aqui hay que continuar peleando un abrazo desde castellon

  12. Mensaje*me parece un despido totalmente incoherente tantos años en la ganaderia y ahora portazo y aotra cosa mariposa

  13. José Benítez

    Hola Salvador…emocionante el homenaje que te han preparado…no quiero cargar tinta contra la empresa para la cual has trabajado toda tu vida,siento que haya terminado de esta manera…muy mal deben ir las cosas para que la empresa prescinda de una persona tan íntegra como es Salvador….yo soy de la Bazana y amigo de Salvador desde la adolescencia…. siempre he sentido los toros del conde de la corte, como algo mío…..te deseo un buen futuro y mucha salud para ti y toda tu familia……..un saludo desde Valencia.

  14. Rafael Méndez

    Ya se que son panes a «deshoras» pero hasta ayer no vi este magnífico reportaje y como no podía ser de otra manera me debo a darle mis muestras de apoyo a este GRAN CABALLERO andante.
    De siempre recuerdo a mi Padre y mi Madre la pobre hablar de esta saga de Mayorales en casa, persona muy querida en nuestro pueblo y con un gran renombre.
    Cuando salió a la luz esa noticia, nadie lo podía creer, pues la Ganadería más emblemática de nuestra Historia se quedaba sin el pilar madre…..SU MAYORAL…..

    Hoy en día han pasado los años, toda el agua vertida va a su sitio, Salvador mata parte del tiempo recorriendo senderos con su «vara» por los caminos cercanos a Jerez y disfrutando de su familia y «LA GANADERÍA» (por llamarle así) sigue ahí, pero ganadería ya de que?
    Una pena al pasar por ahí y ver todo el entorno a ella, paredes, reses, etc,etc, ya no es lo que fue….y menos si preguntas por quien es su mayoral, te dicen……»el es quien hace «paí» de Mayoral» (sin menospreciar a nadie)pero un MAYORAL no se hace, sino se nace y ahí esta la historia de esta familia.

    Precioso reportaje tanto fotográfico como textual, quien mejor para poner palabras al mundo del toro que nuestra vecina Cristina Carrasco? Sentimiento y Sabiduría expresado sobre un papel.

    Un fuerte abrazo par toda la familia y como no para esa GRAN persona Salvador, de parte de mi padre, Paulino y mía.

    Un fuerte abrazo vecino.

    Rafael Méndez.

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