Cuando no es que «no caben en la muleta», es que miran mucho, o que tienen mucho pecho, que se mueve mucho, que suelta la cara o que son exageradamente astifinos…. ( Traducción : no tocan un pitón ).
Toda esta serie de etiquetas impuestas a conveniencia por los que mandan, o se creen que mandan en esto, tienen que sortear gran cantidad de ganaderías de la cabaña brava para verse anunciadas en carteles de plazas de cualquier categoría.
Uno de estos casos es la ganadería de Sagrario Huertas. En su finca toledana, la familia Huertas mantiene con afición desmedida una punta de vacas santacolomeñas con un interesante toque de Coquilla. Su principal mercado son las novilladas picadas y los festejos populares.
El animal arriba expuesto, según las premisas antes mencionadas, cabría en la muleta, es proporcionado pero como es Santa Coloma seguro que se mueve. «Descartado».
A parte de excelentes ganaderos son avezados caballistas, realizando la mayoría de las faenas camperas a caballo, incluidos tentaderos a campo abierto.
Desear a la Familia Huertas que sigan con la misma afición desmedida. La que le falta a muchos que ganan pasta gansa en el mundo del Toro, diciendo gilipolleces y echando por tierra el trabajo de generaciones.
La galería de esta ganadería la pueden ver en el siguiente enlace :
Arse & Azpi
