Los corrales son parte fundamental de una ganadería brava y por extensión de las plazas de toros donde estos se lidian. En ellos se ejecutan día tras día labores necesarias de la ganadería como pueden ser los embarques y desembarques, herraderos, apartados, curas, saneamientos, destetes y un sinfin más de faenas camperas.
Los hombres de campo son parte fundamental de estas labores. Ellos tratan de que las operaciones sean rápidas y precisas ya que una puerta abierta a destiempo, una voz, o el movimiento de alguno de los presentes puede hacer que un toro arremeta y se desgracie inutilizándose para la lidia. Por tanto, lo que se conoce como «coger puerta» no debe ser tomado a la ligera, y debe ser realizado con paciencia y al menos algo de conocimiento para evitar males mayores.
La especial configuración de algunos corrales o ciertos toros poco colaboradores, hace que muchas veces, los operarios arriesguen demasiado. Y en estos casos los accidentes, cuando se dan, pueden ser fatales. Recuerden si no, la reciente y brutal cogida del ganadero Adolfo Martín, en sus propios corrales y con uno de sus toros, que estuvo a punto de costarle la vida.
Si quereis contemplar varios momentos de esta importantísima labor del campo bravo, pinchar en el siguiente enlace:
Arse&Azpi