No es la primera vez que la divisa leonesa cosecha un importante triunfo en tierras galas. Los aficionados de Vic Fezensac ya han podido constatar la bravura que estos menudos pero serios Gracilianos llevan dentro.
Para esta ocasión se embarcaron cuatro novillos de distinto tipo y condición.
Destacó sobremanera el lidiado en segundo lugar, herrado con el número 30 de nombre Hechicero. Encastadísimo, con recorrido, de franca embestida, no paró de embestir desde que pisó el ruedo. Ante él, Tomás Angulo estuvo muy dispuesto en todo momento.
Realizó un buen tercio de varas, aunque hubiera sido bueno verlo en una tercera entrada con el regatón.
El novillo le pidió el carnet y Tomás se lo enseñó y le dio distancias, trayéndoselo muy de verdad. Los que denostan este tipo de toros igual es que no están «con la documentación en regla…» . Cada encaste tiene su interés y todos deben tener cabida.
Más claro por el pitón derecho, Angulo exprimió la boyante embestida del animal, cuyo único «pero» a reseñar fue salir con la cara algo alta al acabar los muletazos, sobre todo cuando tocaba tela. Si bien es cierto que se iba 2-3 metros más allá al acabar el pase para volver buscando el engaño con fijeza.
Antes de cobrar la estocada, Tomás fue arrollado de forma espeluznante cogiéndolo por el pecho y lanzándolo contra el albero con violencia. Un chasquido seco al tocar suelo hizo enmudecer la plaza temiéndonos lo peor. Por suerte lo que se rompió fue el estaquillador….
Tras entrar a la enfermería inconsciente, salió a pasaportar a este excelente novillo. De los que da categoría a una vacada y espanta a incapaces.
Dos merecidas orejas para Tomás y vuelta al ruedo para el bravo Hechicero.
Tomás también cortó una oreja en su segundo novillo, aunque de mucho menor peso.
Por su parte, Juan Millán que abría cartel, pechó con un lote muy desigual. Un primer novillo deslucido con el que poco pudo hacer y un segundo que fue un superclase. Sin hacer nada del otro jueves en el caballo, tuvo una embestida casi al paso, muy mejicana, humilladísima, franca y de enorme transmisión con la que Juan dejó patente su buen concepto con su templada mano izquierda, aunque le faltara ajuste.
El fallo a espadas le privó de un triunfo importante ante un novillo de distinta condición al número 30, pero de los que dan fe de las cosas buenas que hay en ganaderías que se están labrando un nombre como es Valdellán.
A Juan ya le vimos allá por 2010 en tierras alcarreñas tentando vacas viejas en la ganadería de Cantinuevo
Este jueves en Azpeitia podemos disfrutar otra vez de la divisa leonesa, pero ya con los de las 5 hierbas.
Arse & Azpi
