En las pasadas jornadas del Ganado de Lidia, celebradas en la Universidad Publica de Navarra, bajo la dirección de Antonio Purroy y Carlos Buxadé. el veterinario Angel Fernandez, expuso una brillante conferencia sobre la Alimentación Práctica del Ganado de Lidia.
Entre las múltiples conclusiones que allí se desgranaron, una fue fundamental; El toro de lidia, debe alimentarse incluso antes de su propia concepción. Y es que el estado de las madres es clave para tener una correcta paridera. Allí se dijo como en este sentido, de unos años a esta parte, los ganaderos se han dado cuenta que este aspecto es clave, ya que lo importante es tener productos que vender. Si las vacas no paren, no le pueden sacar beneficio a las mismas. Así, los porcentajes de muchas ganaderías han pasado en 2 decadas de niveles que rondaban el 50-60% a niveles actuales muy por encima del 90%.
Pero una vez que, tras grandes esfuerzos el ganadero ha conseguido niveles de parición excelentes, ha llegado «Paco con las rebajas». La actual crisis que ha sacudido de lleno al campo bravo hace que esas enormes y antaño beneficiosas parideras hoy simple y llanamente, no se puedan vender. El ganadero ha cortado por lo sano, y se pueden contar por miles las hembras que han ido desfilando hacia el matadero.
A la tan acuciante problematica de venta del ganado, se ha unido otra no menos importante para la cuestión que nos ocupa. Y es que el pienso, absolutamente necesario para el remate final del toro se sitúa a niveles de precio históricamente altos, debido principalmente a la carestía de las materias primas a nivel mundial. El bolsillo del ganadero está más que resentido por lo que es de suponer que serán muchas las ganaderías que vuelvan a parideras bajas y muchas también en las que cueste encontrar a los animales «puestos» para los veedores.
Son ya varias las voces autorizadas que aseguran que en 2 o 3 temporadas será muy dificil encontrar camadas en el campo como para abastecer a las principales ferias. El ganadero, hoy más que nunca, vuelve a mirar a su finca y al cielo para que el tiempo acompañe y al menos el ganado menor y las madres se puedan alimentar de esas grandes extensiones que nuestro admirado ganado de lidia hace que se mantenga sin roturar. Al menos este otoño está lloviendo por toda España como hace tiempo no se conocía. Esperemos que estas aguas, traigan una gran primavera que pueda hacer que las madres y por extensión sus crías recien paridas, puedan tener el substento necesario para poder empezar a vivir con fuerza. Esperemos que escampe en lo que a la crisis se refiere y vengan tiempos mejores para todos. Por el momento cada uno, se las irá apañando como buenamente pueda…..
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