Quizás no será la finca más funcional y con más grandes llanadas para la crianza del toro de lidia, pero pocas fincas habrá en España tan sumamente preciosas como «Garcisobaco».
En esta finca pastan los morlacos de Santiago Domecq, una sabia alquimia apetecida por las figuras del momento, desarrollada por el ganadero titular en estrecha colaboración con su hombre de confianza, su mayoral, Perico para los amigos.
Esta finca se enclava a orillas del embalse de Guadalcacín en plena Sierra de Grazalema gaditana. Es una delicia ver estos animales de variado pelaje en tan incomparable marco.
Disfruten de una nueva colección de nuestra web www.porlasrutasdeltoro.com. Si quieres disfrutar de ella pincha el siguiente enlace.
Arse&Azpi