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Las pinturas de D.Fernando siguen vivas

Volvíamos a «Vil Figueiras» por primera vez tras la muerte de Don Fernando el pasado 11 de febrero.

Aquel día nos encontraríamos de nuevo con los bonitos animales que este entrañable ganadero hizo perdurar hasta nuestros días.

Uno de los hijos de D. Fernando, Luis Palha, cabeza visible de la ganadería tras el fallecimiento de su padre nos guió en la emotiva visita por aquellos cercados que hasta entonces habíamos recorrido con nuestro amigo.

Su persona estuvo presente  constantemente en las conversaciones que mantuvimos con su hijo Luis.

«¿Os apetece ver el toro que vamos a llevar a la corrida concurso en homenaje a mi padre del día 1 de mayo?

Su nombre es «Romeiro», es jabonero y creemos que es un toro acorde a tan importante evento para la familia.

«Romeiro» dió un gran juego y a la postre le fue otorgado el trofeo a la bravura aquella tarde.

Probablemente ya estará en Vil Figueiras cubriendo algún pequeño lote de vacas.

Se las hizo pasar de a metro a los forcados:

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El «forcado de cara», provocando la embestida de «Romeiro».

Aquella fue una tarde memorable en la que el cariño hacia D.Fernando fue patente en todo momento.

Fue un orgullo estar presente.

Si te apetece recordar la extensa entrada que le dedicamos al homenaje celebrado a este ganadero en Vilafranca de Xira el pasado 1 de mayo, pincha el siguiente enlace:

«Un homenaje a su altura»

Los lotes de vacas madres

Las vacas que perduran como si fueran extraídas de una máquina del tiempo hasta hoy, son escasas, rondando las 70 cabezas, pero se mantienen guapas y en tipo, con sus habituales y espectaculares capas procedentes directamente  de las láminas de «La Lidia».

La capirotas, en cárdena y en negro, atentas a los elegantes movimientos del espurgabuey.

Cromatismos inverosímiles.

La capirota en castaño con doble lucero triangular, a la que hay que añadir dos lunares casi idénticos a cada lado del pecho.

Genética pura e inexplicable.

De la capirota en negro, lucera, alunarada y botinera, salió este año una cría jabonera…….

…….y de la jabonera clara, una berrenda en negra aparejada.

Preciosos cuellos salpicados en diferente forma los de las capirotas en castaño y colorado.

Rarísima la forma la del lucero.

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La jabonera que se rasca el lomo con el pitón, tiene las pestañas blancas.

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«Lareiro» y sus bellas damiselas.

Es una gozada, siete años después de verlo por primera vez siendo un eralillo, contemplar a este imponente toro vivo en semilibertad con un lote de 25/30 vacas de todos los colores y dando rienda suela a sus instintos.

Como muchos sabréis, este animal tan sumamente espectacular fue el que elegimos para plasmar la vida de un toro en nuestro libro «TORO, una vida en imágenes»


El capítulo final del libro se lo dedicamos íntegramente a él desde que estaba en los cercados de «Vil Figueiras» siendo un eral en el que ya se adivinaban unas hechuras de infarto, hasta que salió a la plaza de Zaragoza en el concurso de recortadores que la empresa TOROPASIÓN organiza todos los años en la Feria del Pilar.

El toro mostró un excelente juego, ofreciendo numerosas y alegres embestidas con una enorme fijeza y por ello fue devuelto al campo en donde hoy día continúa engendrando preciosos becerrillos de colores. Así se mantiene viva una de las principales ramas del encaste Veragua/Vazqueña que hoy queda viva, junto con la rama de D. Tomas Prieto de la Cal y la de los hoy franceses «Concha y Sierra».

«Lareiro» roneando con las vazqueñas.

Es un deleite para los sentidos poder verle con una hechura algo cambiada, más embastecido y los pitones algo más romos, evolución lógica y habitual en un animal de su edad.

Pero su instinto sigue intacto y continúa cortejando a las «Palhas» allí donde quieren esconderse.

¡¡Larga vida al imponente «Lareiro»!!

Un semental berrendo en jabonero.

En otra parte de la explotación, se encuentra otro cercado en el que se esconde un precioso lote de vacas en exclusiva para otro imponente toro, de capa berrenda en jabonera, pelaje muy típico de esta casa ganadera.

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Rarísimo de ver, una familia completa berrenda en jabonera.

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Capas variopintas, campo en floración y luces del atardecer, una conjunción admirable.

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Los becerros vazqueños

De la conjunción de las preciosas vacas que hemos visto y los poderosos sementales vazqueños salen unas pinturillas maravillosas, difíciles de describir con palabras:

Ensabanado capirote en tostado, botinero, gargantillo y caripintado.

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Ensabanado, capirote en negro, alunarado, facado (¿o semicareto?), gargantillo y botinero pero solo de las patas delanteras.

El guaperas ya se encampana con chulería. «Soy minoritario….y qué!!» parece decir.

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El jabonerillo rascándose con el cardo.

Trío de ases.

Los mulatillos a la gresca y una madre tratando de poner orden en la guardería.

Tres berrendo en negro aparejado, unidos a la carrera ante la mirada del patriarca berrendo en jabonero.

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Un espectáculo cromático.

Juego de caras, pelajes y patas. ¿Cuántos son?

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Esta ya tiene algo más de edad, pero su «cara pintada» parece un cuadro.

Si te apetece ver muchas fotografías más de la peculiar ganadería de Fernando Palha, pincha el siguiente enlace:

FERNANDO PALHA

Hasta siempre D.Fernando, adiós 2016….

En algunos momentos de la visita, tranquila, pausada y llena de anécdotas contadas con cariño y confianza por el bueno de Luis Palha, nos hubiera encantado escuchar, a lo lejos, el cuerno con el que Don Fernando llamaba a sus maravillosas vacas y becerros.

Quizás lo oyésemos en algún momento, aunque probablemente fuera nuestra imaginación que lo deseaba con fuerza, pero lo que está claro es que D. Fernando sigue presente en aquellos cercados linderos con la desembocadura del Tajo. Sigue presente en forma de vacas, becerros y toros de colores, unos animales traídos por el hasta nuestros tiempos con el esfuerzo de un hombre bueno, querido por todos, que lucho a brazo partido por mantener viva esta peculiar ganadería hasta hoy.


Nosotros tuvimos el honor y el orgullo de conocerlo, ahí queda eso para nuestro recuerdo. Sus descendientes tienen la hermosa tarea de mantener este bonito sueño que su patriarca tuvo, e hizo realidad no sin duros esfuerzos y sinsabores.

Seguiremos volviendo año tras año a estos cercados, a admirar las bellas damas del gran D.Fernando.

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